Refrigerador

Primero asegúrate de que tu refrigerador esté a la temperatura correcta. Se recomienda que esté entre 3,5 y 5C, así la comida estará más fresca pero no congelada. Organiza las frutas y verduras en espacios separados. No todas las frutas y verduras se pueden poner juntas. Las manzanas y plátanos, por ejemplo, producen un gas llamado etileno, el cual hace que el resto de las frutas y verduras maduren más, y eso genera que se echen a perder antes.

Pocos saben, pero hay que disponer en distintos niveles las verduras de las frutas. Dentro de este concepto, notar que “verduras” como el tomate o la palta, son frutas por tanto deben ir en niveles superiores en caso de refrigerarlos. Y las verduras en el cajón de verduras. Esto no es por orden o capricho, es netamente porque los cajones de verdura tienen una temperatura mayor al resto del refrigerador, aprox 10C, y eso evita que las cosas se congelen y echen a perder.

Temperaturas Sé que puede tomar más tiempo del que tenemos destinado el hecho de guardar nuestras frutas y verduras, pero debemos mirar bien y preocuparnos cuáles deben estar a temperatura ambiente, y a la vez no sobrecargar el refrigerador. Solemos dejar la mayoría de las frutas y verduras en el refrigerador, pero el frío puede dañar algunas verduras como los tomates, el zapallo y las naranjas. Si estos ya están maduros, puedes prolongar su estadía guardándolos en el frio del refrigerador.

Usa tus propias bolsas

Las bolsas de plástico o de papel en las que te envuelven las frutas y verduras, las bandejas de plástico y plumavit, no son siempre el mejor medio de conservación. Es mejor que uses tus propias bolsas, idealmente de tipo ZipLock o perforadas. Siempre es bueno ayudarse de la toalla de cocina o “toalla nova”.

Guardar las sobras Guarda las sobras de comida siempre en recipientes tapados. Ya sean, herméticos, o alusa plástico o aluminio, esto evita que no se “oxigenen” en exceso, ya que produce malos olores, además puede contribuir a que se descompongan el resto de las cosas. Humedad Siempre es bueno e importante preocuparse de la humedad de nuestros alimentos. Primero que nada, jamás guardar ni frutas ni verduras mojadas. Siempre secarlas antes de ingresarlas al refrigerador. Esto es independiente del nivel de humedad que cada una necesite, ya que si las guardas mojadas se podrían podrir por hongos o descomposición anticipada. Hazte de este hábito y ahorra en comida que ya no se te echará a perder: en la base del cajón donde metas tus verduras y frutas, siempre pon una capa de toalla de cocina o papel absorbente. En caso de que algo esté muy maduro, te aseguramos que no se pudrirá tan fácilmente.

Temperatura Ambiente Lo ideal es que las cosas que dejamos en el ambiente tengan una corriente de aire para mantener la adecuada temperatura para los alimentos. Si estás en un lugar caluroso o en una época del año calurosa, se recomienda hacer más uso del refrigerador para las frutas y verduras que tienen la capacidad de ir a temperatura ambiente, y así en esos casos, evitar que se pudran las cosas o duren pocos días.

Solemos todos cometer el gran error de juntar la cebollas, ajos y papas en el mismo lugar, ya que estos necesitan estar en un lugar seco y oscuro, pero las papas no deben estar junto a las cebollas, ya que busca humedad, secan las cebollas y las echan a perder.